Según
la mitología egipcia en el origen de los tiempos no había ni cielo, ni tierra,
ni día, ni noche, ni vida, ni muerte, solo la oscuridad y las aguas
primigenias, Después en un episodio que refleja la inundación del Nilo apareció
un trozo de tierra del que surgió el Dios Ra, que separo la tierra del cielo
para crear el resto de la creación. Para ellos la creación no es un hecho
aislado sino un proceso cíclico que se repite cada vez que aparece la luz del
Sol.
Para
la comprensión y el estudio de la religión egipcia es necesario alejarse de las
actual concepción de religión, no se trata de una religión con sacramentos y
leyes espirituales establecidas, los antiguos egipcios convirtieron sus esperanzas
del día a día, sus miedos y temores en
una serie de divinidades, y dieron un nombre a cada una de ellas, a las que van
adorar y venerar. Se comienza a tener noticia de la existencia de una
pseudoreligion a partir del tercer milenio a.c , a través del estudio de las
costumbres funerarias y los ajuares de los enterramientos, puede apreciarse la
importancia que los antiguos egipcios daban a la muerte y a la vida en el más allá.
Por
lo tanto, en la religión Egipcia no podemos hablar de creencias, sino de
cultos, no existe una literatura sagrada como en religiones más modernas que
explica todos los procesos desde la creación, ya que el registro que se posee
como los textos de las pirámides y el libro de los muertos no son más que
recopilaciones de fórmulas y conjuros para
una vida prospera y fértil en el más allá.
En los
periodos predinásticos los pequeños núcleos de población que se iban formando
adoraban a diferentes divinidades, incluso están documentadas familias que
poseían su propia divinidad, independientemente de que sean ricos o pobres. Las
familias con menos poder adquisitivo poseían, en ocasiones una divinidad para
varias familias, que contribuirán para
establecerle una capilla donde llevar ofrendas, ya que se creía que el bienestar
del dios estaba íntimamente ligado al porvenir de la familia. Se observa como
las divinidades del antiguo Egipto y ya desde tiempos prehistóricos forman
parte de la unidad familiar y la concepción de vida de las personas que en
estas épocas habitaban el país del Nilo. A medida que la implicación del dios
en la vida diaria iba aumentando la imagen de los dioses ira evolucionando, el
los pequeños reinos que se iban formando a orillas del Nilo, que más tarde
formaran parte del reino unificado, se irán formando triadas de Dioses, donde
aparece la figura de la mujer del Dios y el hijo de estos. Una de las triadas más
importantes es la formada por Osiris-Isis-Horus, que reúne al dios de la
vegetación y de la inundación con la diosa del cielo y con el dios halcón
igualmente celestial, esta triada es la representante de los pueblos del Delta
del Nilo, de forma antagónica a estos, aparece en la zona del valle set y
Neftis. Tras los estudios de las diferentes leyendas que se asocian a estas
divinidades, el enfrentamiento entre Osiris y Seth refleja la evolución de los
pueblos del valle y del Delta del Nilo que estarán en guerra hasta la
unificación del país por Menes. Delta y
Valle aceptan la tutela de Horus. Durante el predominio heliopolitano se
constituyeron los sistemas teológicos y se consolidó la preeminencia de los
dioses cósmicos (Osiris, Isis y Horus), el clero Heliopolitano puso en la
cúspide al dios sol (RE) que se convierte en el dios de la facción vencedora.
Con estos hechos puede verse la interrelación entre política y religión entre
en Antiguo Egipto.
Ya
durante la primera dinastía se habían construido las líneas generales del
sistema religioso egipcio y que a lo largo de la historia permanecerá
relativamente inamovible. En la cuarta dinastía la figura de Re está
estrechamente relacionado con la realeza, siendo el faraón el hijo de Re,
paralela a esta figura esta Osiris que se vincula a la imagen de los faraones
ya muertos, y que con el tiempo será venerado por mas estratos de `población,
es aquí donde podemos ver la democratización de los cultos de la religión
Egipcia.
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