lunes, 27 de octubre de 2014

Ka, Ba y Aj



Para los antiguos egipcios el individuo está formado por una serie de conceptos intangibles y que están presentes en el momento de su nacimiento y el de su muerte , hoy en día a estos elementos los denominamos cuerpo, alma y espíritu, pero para los egipcios era el ka, ba y el aj. Cuando el Dios Cum modelaba en su torno de alfarero a cada persona junto con su cuerpo físico le proporciona otros elementos igual de importantes que el cuerpo para la supervivencia. El Ka para los egipcios era el elemento que daba vida a los individuos, la fuerza vital, una pizca del principio universal e inmortal de la vida, según la mitología egipcia  esto es lo que diferencia a una persona viva de la muerta, muerte que ocurría cuando Ka abandona el cuerpo del individuo. A lo largo de su vida el individuo mantendrá con vida al cuerpo mediante los alimentos. En el caso de los faraones el Ka estaba indisolublemente unido a ellos, mientras que para los demás estratos el Ka les venía transferido por el propio faraón.
El Ba en nuestra concepción actual puede ser más fácilmente  comprensible, es lo que entendemos como alma, para los egipcios el ba es el elemento que permanece en el cuerpo de la persona después de su muerte, es lo que otorga al individuo la personalidad, lo que lo hace único e inigualable, era propio de cualquier animal, hombre o dios. Lo solían representar como un ave con cabeza humana, que volaría desde la tumba para unirse con Ka en la vida futura. Algunos seres eran el ba de otros; por ejemplo, el toro Apis es el Ba de Osiris. Al igual que el ka corresponde a la fuerza vital y el ba al alma, la unión de estos dos elementos es el Aj, que es la fuerza divina .Todos ellos precisaban aquellas cosas de las que habían disfrutado en vida, por ello la necesidad de hacer ofrendas tanto físicas, como relieves con fórmulas y cultos al difunto por parte de familiares y sacerdotes.
Además de estos, para los egipcios el individuo estaba compuesto por más elementos tanto intangibles como tangibles, y que son difíciles de comprender desde la concepción espiritual de las civilizaciones modernas. Elementos como el sehu, la sombra, que otorgará al individuo la potencia sexual, y para satisfacer sus necesidades se colocaban estatuilla, el Ren o nombre, escrito en las paredes de la tumba y que podía suplir al cuerpo en caso de destrucción, al nacer el individuo se asignaba rápidamente un nombre, ya que sin él el individuo no está completo. El Ib., simbolizado por el corazón, fue considerado la sede de los pensamientos y las emociones según las creencias egipcias. Era uno de los elementos espirituales más importantes. El At, corresponde al cuerpo, es el elemento más tangible de los que componen el hombre, sirve de soporte físico para los demás elementos, por lo que debía de ser momificado para asegurar su incorruptibilidad, y de esa manera garantizar que continuara existiendo, incluso después del fallecimiento. El Sejem, era la manifestación de la fuerza y voluntad divinas; podía conseguirse mediante iniciación y arduo trabajo y confería al que lo obtenía el poder de los dioses en este mundo, los sacerdotes o magos que lo poseían se convertían en portadores de la fuerza y voluntad divinas y su manifestación en este mundo, su representación simbólica es un cetro sagrado, que generalmente era portado por el faraón o el sumo sacerdote en las ceremonias de inauguración para consagrar y bendecir.




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