lunes, 27 de octubre de 2014

Amón



 Dios de Egipto: En Uaset, que así se llamaba  antiguamente Tebas, se adoraba a Amón, una divinidad sin demasiada importancia que a partir de la XI dinastía del Imperio Medio comenzará a tomar protagonismo convirtiéndose en el Dios d Egipto. Su nombre significa el oculto, no posee forma ni puede ser visto por los ojos humanos. Su origen se remonta al imperio antiguo, donde se le menciona en los textos de las pirámides, aparecía como un hombre con cabeza de rara o de áureo. Poco a poco se le fue asociando con re, como Amonrasontes o  rey de los dioses (Amón-re), era adorado principalmente en Tebas. Su representación se asoció a Montu, dios guerrero y se representaba con piel negra, como dios creador o de la fertilidad (en ocasiones se le representaba con piel azul, como referencia a un antiguo culto como Dios celeste o del aire), llevaba en la cabeza una corona con dos plumas, símbolo de la dualidad, a su vez estas plumas estaban divididas en siete, número mágico para los antiguos egipcios. Como el resto de grandes dioses, formo una familia, llamada la “triada tebana “compuesta por su esposa Mut, nombre que significa buitre y la madre, y el hijo ambos, Jonsu, divinidad lunar, “el que atraviesa el cielo”. Muchos de los faraones del Imperio Nuevo se representan junto a esto dioses, incluso suplantaron a alguna de estas divinidades. A Amón, como dios nacional le dedicaron numerosos templos en su honor, los dos más importantes se encontraban en Tebas, el más grande de ellos era Karnak, dedicado a la triada tebana, una sinuosa construcción a la que se accedía a través de una avenida de esfinges con cabezas de carnero, animal sagrado asociado al Dios Amón, donde entre las patas delanteras se encuentra un faraón, símbolo de la protección que Amón da al soberano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario